martes, 18 de diciembre de 2012

CLASES SOCIALES, DESEQUILIBRIO DE LA SOCIEDAD



Ensayo sobre el libro  La Materia Oscura: Luces del Norte de Phillip Pullman

Pensar en un mundo donde el  alma  es un ser tangente que está al lado de las personas, que tiene la forma de un animal y que puede decidir en el destino de ellos; o que la base de la sociedad de ese mundo está regido por intelectuales académicos que están segmentados por, todo el planeta, en pequeños grupos y que se encierran  en una esfera que no los deja interferir en los asuntos de los demás grupos, solo se puede ver en La Materia Oscura de Phillip Pullman que en su primer tomo subtitulado Luz del Norte le  concede al lector el inicio de una mirada fantástica de la imaginación humana, de una realidad alternativa del mundo que nos rodea  con la posibilidad de  apreciar el alcance que tiene la mente a la hora de plasmarse en el papel.

Aquí no vas a encontrar el resumen del libro, ni mucho menos los protagonistas de la obra, aunque si te diré que Lyra es el personaje principal que con doce años se entera de que existe en un mundo con altos niveles de diferencia y de constantes luchas por las clases sociales, además  porque en todo el mundo los niños se están desapareciendo por un grupo denominado  Zapones y porque hay un misterio con una materia oscura que está apareciendo en todo el mundo.

Pero la idea de este escrito es recorrer y sentir cada palabra, frase y oración que forma  la Luz del Norte para entrar en un mundo de muchas posibilidades; convivir con la imaginación de alguien más que tuvo la opción y la acción de ir más allá de sus límites gramaticales y concebir más que una aventura, una mirada humana de las sociedades contemporáneas que por la sed del poder y del conocimiento han ido a limites inhumanos que se quedan en la historia como un pasado oscuro  que solo se levanta con la memoria.  

Reflexionar a partir de la Luz del Norte es caer en la cuenta que la jerarquización de las clases sociales construyen  barreras imaginarias que incitan a luchas que tienen por consecuencia sobresalir  o dejar por el suelo a alguien. No se es ajeno a la diversidad de este mundo, que tiene sus prioridades en el que da más o puede aportar más que los demás. Se es persona solo si es capaz de sostener su estatus económico y pertenecer a un selecto y elitista grupo social, de resto usted es como en el libro, gitanos nómadas que se la pasan de un lado al otro navegando sin rumbo fijo. Los que son más reconocidos viven, los que no son nadie (gitanos como esta en el libro) sobreviven.

El termino de clases sociales ha des fragmentado la posibilidad de ser comunidades con brechas que obstaculizan las relaciones sociales. El mundo se rodea por seres que tienen afinidades superficiales, o es así como lo miro yo, y es que es increíble como un libro que se escribió para un fin de entretención por su género fantástico, construye situaciones similares, los pequeños grupos de personas están así por que hay algo en común que los impulsa a entablar relaciones, lo intelectual para unos, la causa de sobrevivir para otros.

Hay Esperanza

Ver un mundo desfavorable en cuanto a las relaciones que están desequilibradas por las llamadas clases sociales,  invita a preguntarse si hay esperanza, si hay alguna posibilidad de ser menos indiferentes y más sociales. Hacer una sociedad con bases de fraternidad y sin rencor, Al parecer suena difícil,  y es que con este escrito no se quiere sonar a pesimista, pero nadie estaría dispuesto a aceptar al otro, cuando no puede igualar o superar su pensamiento o su razón socio-económico, o usted querido lector ¿estaría dispuesto?

Algo si es claro y  es necesario resaltar, que a su vez en la Luz del Norte quieren dejar como reflexión aunque la historia sea de ficción y poco real, y es que al parecer  las sociedades en toda su evolución a través de la historia han sabido someterse a estar en un aparente equilibrio que ha permitido un desarrollo que hoy en día podemos apreciar y de la cual todos somos participes. Se puede convivir en armonía aunque se esté marcado los sectores que identifiquen las clases sociales; nadie es más que nadie, todos sin excepción necesitamos del otro, somos seres humano por excelencia y no por nuestro intelecto o estatus económico, desde el momento de nacer se esta determinado en aprovechar las bondades de la vida y vivir en paz.

Aunque La Luz del Norte queda en una trama que concluirá en los siguientes dos tomos de la Materia Negra, La Daga y el Catalejo Lacado, hay una invitación a renunciar de los prejuicios sociales y de buscar al otro así no pertenezca a la misma razón social.

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