Hoy ya estamos en el tercer día de la novena navideña, poco a poco nos vamos acercarnos al momento culmen de esta época donde el recién nacido entre a nuestros corazón triunfante y lleno de amo. Mientras tanto este día nos recuerda el gran amor que Dios tiene para con nosotros. El verbo ya no se encuentra con el Padre, ha llevado al pie de la letra la voluntad de su Padre y ha renunciado a la concepción divina para convertirse en un humano de carne y hueso que quiere llegar a cada uno de nosotros.
Dios jamas se quiso presentar divino en el planeta, bajó como un ser humano que quiere compartir toda nuestra situación terrenal, menos el pecado, para así llegar mas fácil a nosotros y alcanzar la gloria eterna.
Que misterio tan grande y tan hermoso es Dios mismo, nos ha creado, somos libres, le pertenecemos y jamas hace las cosas sin nuestro consentimiento Su amor desborda este mundo y el universo entero. Y tanto nos quiere el Padre que bajó personalmente a la tierra para construir el reino de la paz y el amor. ¿De qué manera? Se hizo humano, pero no desde adulto. Ha descendido a la tierra como un bebe, como todos nosotros alguna vez lo fuimos. La ternura y la paz de un bebe es inmensa, pero también su inocencia y su vulnerabilidad.
Dios quiere recordarte en este tercer día lo sencillo y divino que es la vida desde que se es bebe. Las pequeñas situaciones son las que día tras día van formando el camino humano. El afán solo deja el cansancio y los procesos y circunstancias son necesarios para ser desde el presente unas mejores personas. Dios lo sabe porque ademas de ser Dios, lo vivió Él mismo para recordarte querido lector que eres humano, un conjunto de pasado, presente y futuro, cada uno a su debido tiempo. No cargues con afán vive cada día y se Feliz.
Imagen tomada de http://www.bebes.net/2009/03/26/infecciones-congenitas-en-el-recien-nacido-i/
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