jueves, 20 de diciembre de 2012

El Último valor que se Pierde (segunda parte)


NOTA: Gracias por esperar, aquí esta la segunda parte de El Último Valor que se acaba. 


(...)El deseo que Ulises tiene de ir a su hogar, donde su esposa Penélope y su hijo Telémaco lo esperan con ansia, después de participar en la batalla de Troya, es el sentimiento de esperanza de este hombre. A él le toca soportar la desdicha de su destino, modificado por la furia del dios Poseidón, quien lo alejan de su familia y de su isla Ítaca por más de 20 años. Es el mismo Ulises quien baja al infierno, luchar con cíclopes, convive con ninfas y hechiceras  para alcanzar su felicidad perpetua en su hogar.


Pero Ulises no es el único en esta historia que aguarda el momento más apreciado. La Odisea es  también un bello poema  de amor donde resalta en la mujer la esencia viva de la bondad y la esperanza. Penélope, mujer de belleza constitución, esperó por más de 20 años a su amor eterno Ulises. Ella soportó numerosas situaciones donde no le importó tener unos falsos pretendientes, que se aprovecharon de la ausencia de su amado para quedarse en el palacio por mucho tiempo con el deseo de casarse con ella. Hoy será así, ¿Cuánto eres capaz de soportar por amor? En estos tiempos es efímero cuestionar este tipo de cosas, porque la soledad nos atormenta y la compañía es nuestro fiel refugio que no nos deja caer en la injusticia de estar solos. El amor de Penélope es un amor  que sobrevive en la literatura. Ella con la esperanza que la impulsa a aguardar hasta el último momento, se las ingenia con un tejido, que ante los pretendientes cosía y por las noches descosía  mantuvo incertidumbre, pero a la vez la esperanza de que su marido estuviera vivo.

Cuando se espera es porque hay una necesidad que impulsa a ese sentimiento y Telémaco es sin duda característica viva del hijo que encuentra la necesidad de encontrar a su padre con la deseo de verlo vivo y poder conocer. La distancia y el tiempo no son impedimento para que un vínculo se haga posible.

Somos poseedor es de una virtud, de una fortaleza que nos enseña a soportar las clemencias que hay en la vida.  La esperanza está en ti en mí, en cada ser humano que aguarda con humildad  y perseverancia  un propósito que dará un bien único. Recuerda, “La esperanza es el punto de partida del que quiere algo” es el valor que jamás se acaba por más de que haya situaciones difíciles.

NOTA PARA EL LECTOR: Sigue en contacto con este blog y comentarios extras en twitter: @zander29 y @entra2 Gracias por seguir estas lecturas, se hacen siempre pensando en ustedes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario